España, país intervenido
En esta vergonzosa trayectoria de sometimiento soberano en el que incurre una y otra vez nuestro gobierno ante las directrices de Bruselas encaminadas a conservar los privilegios de los causantes de la crisis económica, es decir, de los especuladores financieros, ahora hay que incluir la concesión de una prórroga de dos años para alcanzar el objetivo de déficit. A cambio, mamá Europa nos ha puesto deberes a sabiendas de que éstos no arreglarán el desaguisado sino que lo empeorarán, pero con la esperanza de que el leve respiro del nuevo plazo evite el estallido social. Mariano Rajoy y Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios