Amnistía fiscal, moral y legal ¿para qué?
Cuenta la leyenda que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Otro mito narra que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad. Bonito ¿verdad? No lo digo yo, aunque sea el que lo escriba, si no la Constitución Española. Es una lástima que poco más de 30 años después de promulgada nuestra ley fundamental haya poca gente que no piense que es poco más que un cuento para niños cargado de buenas intenciones. Eso es al menos lo que debió pensar nuestro gobierno cuando, allá por el mes de marzo, decidió promulgar una amnistía fiscal que también lo es moral y, como indica nuestra constitución, una amnistía legal.