El Otro Fin de ETA

Hace veinte días, más o menos, escribíamos sobre el fin de ETA. Para ello comenzábamos recordando algunas de las acepciones de la palabra fin. En concreto dos de ellas: el fin como término de algo y el fin como objetivo. En aquella entrada nos centrábamos en si realmente era este o no el final de ETA basándonos en las palabras de su comunicado y, sobre todo, si podíamos fiarnos o no. Hoy vamos a profundizar en este fin acercándonos a su otro significado, el de los objetivos.

En estas tres semanas hemos oído sucesivamente a nuestros representantes políticos hablar de la derrota de la banda, de su rendición, de un nuevo ciclo y sobre todo, en casi todos los casos, se apostillaba que sin contrapartidas. Tras la entrevista publicada ayer en Gara, enlazando con lo escrito entonces, podemos decir que el fin definitivo de la banda parece estar vinculado, como siempre, a la consecución de su fin, o sea, de su objetivo.

Parece que este abandono de la actividad podría dejar de ser definitivo en cualquier momento una vez que vinculan su desarme a la negociación con España y Francia, a la salida de los Cuerpos de Seguridad del Estado del País Vasco, al acercamiento de presos y, en última instancia, a la independencia.

Más que un nuevo ciclo parece una estrategia más. Por si no quedaba claro echan la culpa del fracaso, por así decir, de anteriores treguas al Gobierno de España. Es decir, que si esta también fracasa será por culpa del Gobierno puesto que ellos están determinados a seguir por la vía de la negociación. Concretamente indican que "ETA ha cumplido todos los acuerdos y cuando los procesos se han roto formalmente ha seguido en la misma línea. El Estado español, en cambio, ha actuado con malicia. No buscaba la paz y la resolución, sino neutralizar la lucha de liberación"

Más que una derrota parece una reafirmación. No se arrepienten de sus cuarenta años de terror. Al contrario, afirman que gracias a “su lucha” han alcanzado este punto en el que “Euskal Herria ha llegado a tener abiertas las puertas de la libertad".

Y por supuesto parece algo más que una rendición “sin contrapartidas”. Según indican están “recorriendo el camino hacia la independencia”. Camino durante el cual esperan encontrar el derecho a decidir, es decir, el derecho a la autodeterminación y posteriormente la aplicación de la misma.

Leído todo esto es difícil saber en qué punto nos encontramos y probablemente cada uno haga su interpretación en función de sus intereses, de su entendimiento y sus esperanzas. ¿Es este el fin real de la banda y estas palabras hay que encuadrarlas dentro de propaganda para su bases? ¿Están realmente decididos a desaparecer pero quieren aparentar una posición de fuerza en vistas a una negociación futura? ¿O estamos en el mismo punto de siempre donde tras una tregua se sentaran en la mesa de negociación esta vez no con la pistola encima de la mesa si no en el regazo? 

Lo que sí está claro es que la banda terrorista ha jugado sus cartas con mucha inteligencia. Dejan el balón en el campo del contrario sabiendo que, más siendo probablemente el Partido Popular el próximo en gobernar, será muy fácil culpar a este si no se consigue alcanzar el fin definitivo. ¿Pero hablamos del mismo fin?

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