El 29 me apunto a la huelga
El
día 29 de Marzo hay convocada una huelga general. CCOO y UGT van con el lema: “Quieren
acabar con todo, con los derechos laborales y sociales”, CGT va con el suyo: “Contra
la Reforma Laboral y el Pacto Social” y CNT también lleva su pancarta:”Derogación
de la Reforma Laboral: los derechos no se negocian, se defienden y conquistan”.
Mientras
que los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, exponen que se han agotado todas
las vías de negociación y nos invitan a unirnos a la huelga para protestar por
la violación de los derechos y logros de los trabajadores que supone la reforma laboral del actual gobierno, CGT y CNT,
van más allá: la CGT dice que su objetivo no es negociar la reforma
laboral, sino derogarla junto al resto de medidas económicas y
"antisociales" tomadas por este gobierno y la CNT además de la derogación
de la reforma rechaza el Acuerdo por el Empleo y la
Negociación Colectiva alcanzado por CCOO y UGT y la CEOE el pasado mes de
febrero, además de las enmiendas presentadas por estos sindicatos al trámite
parlamentario de la reforma. La CNT dice convocar la huelga contra los recortes
y la política llevada a cabo por el PP ”que hace que los trabajadores paguen la
crisis de la banca y la patronal”.
Al margen de las diferencias
entre los sindicatos mayoritarios y los minoritarios, con mayor presencia en la
negociación colectiva, protagonismo en las subvenciones y moderación de los
primeros frente a la radicalidad y marginalidad de los segundos, todos nos
invitan a que el día 29, ejerciendo nuestro derecho, hagamos huelga.
¿Qué hacemos? Los
trabajadores empezamos a sopesar la cuestión: si voy a la huelga me quitan un
día de sueldo y no está el tema como para reducir ingresos. Además, esto me
deja marcado en la empresa como subversivo y contestatario y lo mismo entro en
alguna lista negra de futuros despedidos… y encima con esta reforma me echan
fijo. ¡Si a mi jefe casi le sale rentable que la haga porque deja de pagarme el
día!.. y siempre hay esquiroles que harán mi trabajo. Incluso ni se va a notar
que he faltado, van a pensar que pueden prescindir de mí. Además, ¿qué han
hecho los sindicatos por mí?: siempre se están repartiendo el pastel de las
subvenciones con los empresarios y han firmado un montón de cosas que me
perjudican. ¡Bah! No me representan…
Seguimos dándole vueltas: el
PP nos ha prometido que van a crear empleo con esta reforma, que es justa y
necesaria (es nuestro deber y salvación… lo siento no he podido evitarlo), si
ya se están viendo los brotes verdes, sólo hay que tener un poco de paciencia:
los inversores recuperarán la confianza y aportarán capital, los bancos darán
créditos a las empresas y a los particulares. Han dicho que este año y el
siguiente no se verán resultados palpables pero que en cuanto remonte la economía…
Si es que tienen razón: ¿qué
es preferible? ¿el paro o cobrar menos y con peores condiciones? Pero si el
PSOE hizo lo mismo. Si es que no hay otra solución. O nos apretamos el cinturón
y flexibilizamos el mercado de trabajo o nos espera lo de Grecia o quizá cosas
peores. Europa nos dice que vamos por el buen camino.
A continuación leemos el
panfleto que nos ha pasado el comité de empresa sobre la huelga y pensamos: estos
son unos exagerados y están resentidos porque les han rebajado las
subvenciones. Además, ellos tienen el puesto seguro. ¡Que les den!
Como podéis ver, tenemos mil
excusas para no ir a la huelga, pero creo que en el fondo lo que subyace en
todas ellas es un miedo atroz a perder nuestra comodidad, nuestro status, la
vida balsámica en la que nos movemos. Los que tenemos la suerte de tener
trabajo nos hemos acostumbrado a la rutina, a nuestras cañas los domingos, de
vez en cuando salir a cenar, el móvil con internet, la despensa llena, los
niños con sus maquinitas, las vacaciones en la playa, el partidito de los
domingos. La verdad es que no vivimos mal ¿no?
Ahora, yo os pregunto: ¿Cómo
creéis que hemos llegado a estar donde estamos?¿Con la inseguridad en el
trabajo?¿Con contratos con periodos de prueba de un año?¿Con ERES fácilmente justificables por pérdidas previstas?¿Con
el empeoramiento de nuestras condiciones de trabajo en aras de una flexibilidad
que sólo nos perjudica?¿Rompiendo los convenios y sustituyéndolos por acuerdos
que sólo van a beneficiar a una parte? ¿Hemos llegado a donde estamos quedándonos
en casa sin luchar?
Entiendo
que no se haga huelga por miedo, pero que esta reforma del PP ya iniciada por
el PSOE perjudica a los trabajadores y constituye una tendencia clara hacia la
fórmula del despido libre no lo puede negar nadie. Hay otras alternativas para
salir de la crisis basadas en el aumento de ingresos a través de la persecución
del fraude a alto nivel y luchando de verdad contra la economía sumergida y
contra la corrupción. La alternativa del PP está basada únicamente en reducción
del déficit vía recortes, muchas veces en partidas que deberían ser intocables
y en favorecer a los empresarios y a los bancos para que vuelvan a repartir
migajas que limen un poco las cifras del paro. Esperan a que el capital vuelva
a invertir y así dinamizar la economía.
Consecuencias:
los trabajadores ven mancillados muchos de sus logros, la inseguridad laboral
campea a sus anchas, el consumo se retrae y las empresas cada vez van peor.
Hablamos
con los amigos, nos cabreamos, ponemos a parir la reforma, los recortes y acumulamos
sin parar amargura fruto de la impotencia por el deterioro de la situación que
va en aumento. Yo no sé vosotros pero yo estoy harto y necesito decir ¡Basta! El
día 29 no trabajaré y me daré un respiro de idealismo y esperanza que ya
necesito después de tragar todo lo que hemos tragado.
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