El sistema financiero más sólido del mundo


Llevo una semana pensado escribir algo sobre Bankia, pero tras la tormenta que se ha desatado no creo que haya mucho más que decir y menos alguien que, como yo, no es experto en la materia, no les voy a engañar. Mientras decidía cómo enfocar el asunto me ha llegado la inspiración a través de la última entrada de mi compañero de fatigas, La inmoralidad de las altas esferas, en la que se hace eco del comportamiento inmoral de nuestros dirigentes y, sobre todo, de la desfachatez y la impunidad en las que se mueven. Así, me han venido a la memoria aquellas declaraciones de nuestro querido ex-presidente, más conocido en el mundo del espectáculo como ZP, en las que glosaba las glorias de nuestra economía y, sin ningún rubor, amenazaba con adelantar por la izquierda y sin frenos a nuestro vecino francés. Bienvenidos al “sistema financiero más sólido del mundo”.

En aquel tiempo, el entonces Presidente del Gobierno afirmaba, ante una nutrida concurrencia de empresarios estadounidenses, aquello de que España "quizá cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional" al mismo tiempo que cifraba sus esperanzas en recuperar la senda del crecimiento gracias a unas cuentas públicas saneadas. No conforme con esto apuntó el reto de superar a Francia en renta per cápita "en tres o cuatro años", lo cual "no lo quiere ni oír nuestro amigo Sarkozy", y continuaba su monólogo, digno del club de la comedia, recordando que habíamos superado la media europea y a Italia, "cosa que por otro lado deprime mucho al primer ministro Berlusconi", remataba, suponemos que con una de sus celebres sonrisas de oreja a oreja.



Presumíamos entonces de ser la octava potencia económica mundial con un crecimiento medio de la renta per cápita del 3,7% en los 14 años precedentes; de tener el mayor superávit de la UE, después de Finlandia (2,5% del PIB), y una deuda en relación con el PIB del 36%. Todo esto dejaba a España con un "margen fiscal amplio". Algo que había sido posible con una bajada "continua" de los impuestos. Parece que haya pasado un siglo, pero no, solo hace cuatro años. Pese a esto Pedro Solbes, Ministro de Economía, admitía que España se vería afectada por la "mayor crisis desde que tengo uso de razón" tras estar un par de años negando la crisis o, al menos, su profundidad. Unos meses después de esas declaraciones Solbes abandonaba el Gobierno en Abril de 2009.



Han pasado esos tres o cuatro años que Zapatero vaticinaba como margen para superar a Francia y mucho ha cambiado el cuento. Hemos trocado el superávit por un déficit público del 8,5 % en 2011; la deuda en relación con el PIB fue el año pasado del 68,50%, es decir, ha pasado en esos cuatro años de 380 mil millones de euros a 735 mil; la tasa de paro se ha duplicado y en cuanto a renta per capita, de la que tan jocosamente hablaba ZP, estamos por debajo de Italia y el diferencial con Francia lejos de enjugarse ha aumentado.

Pero no solo nuestro Presidente hablaba delicias sobre nuestro sistema financiero. Cuando ya habían sido intervenidos bancos de Alemania, Estados Unidos o Gran Bretaña, Fernández Ordoñez, a la sazón Gobernador del Banco de España y también conocido por su nombre artístico, MAFO, declaraba que “El sector se sitúa en una buena posición de partida y además el Banco de España cuenta con la capacidad y tradición de saber resolver las situaciones más complejas sin traumas para los ahorradores, ni para la economía en su conjunto”.




Desde entonces ha habido cuatro grandes reformas financieras, inyecciones de dinero público, español y europeo, dos tandas de fusiones, nacionalizaciones e intervenciones. Todo ello a pesar de los augurios de nuestros protagonistas.

En junio de 2009 se crea el FROB (Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria) dotado con 9.000 millones de euros para sanear las cuentas de las entidades y ayudar a financiar las fusiones. A pesar de la “fortaleza” del sector más de una treintena de cajas se fusionaron en distintas operaciones pasando de 45 a 22 y un gigante como Bankia es inyectado con 4.500 millones de euros a cambio de participaciones preferentes.

Debido a la falta de confianza de los mercados en febrero de 2011 el Gobierno eleva las necesidades de capital al 8%. Ante la imposibilidad de asumir estos requisitos se producen nuevas fusiones y la intervención o nacionalización de la CAM, Unnim, Catalunya caixa y Novacaixa Galicia.

Ya con el PP en el gobierno llega la tercera reforma financiera en febrero de 2012. Se exigen unas provisiones adicionales de 50.000 millones para sanear los activos inmobiliarios tóxicos y se refuerza el FROB hasta llegar a los 15.000 millones de euros. También se acotó el sueldo máximo y las indemnizaciones de los directivos de entidades que habían recibido ayudas. Por último, la semana pasada, se crea el famoso banco malo y alcazamos el culmen de la crisis financiera, por ahora, con la nacionalización de Bankia.

Como ven, nuestro ex-presidente era todo un visionario o, lo que es peor, un farsante. Esta es la duda que me ronda desde que comenzó esta crisis, si nuestros políticos, banqueros y demás fauna son malos o tontos, por no usar palabras más gruesas. Tontos por pensar que vivíamos en el país de nunca jamás o malos porque aun sabiendo que esto tenía que reventar les dio igual. Supongo que serán una mezcla de los dos ¿en qué medida? Dependerá de cada uno. Aún así les diré que, aunque éticamente sea peor, en la práctica es menos peligroso el “malo”, al menos es consciente de donde están los límites. ¿Y usted qué opina?





Comentarios

  1. Excelente artículo. Iba a decir que poco más hay que añadir, pero caería en la misma incapacidad o maldad que los subsodichos.

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  2. La respuesta no puede ser otra: "los malos" utilizan a "los tontos". Los "malos": Emilio Botín, presidente del Santander, González, de BBVA, Alierta, de Telefónica, Brufau, de Repsol, Florentino Pérez, de ACS. Los "tontos": R. Zapatero, Pedro Solbes, Miguel Sebastián, Elena Salgado.
    Sorprende que el señor Sebastián diga ahora sin rubor que no es fácil para un político pinchar la burbuja inmobiliaria. Pero para hacer lo "fácil" no necesitamos a los políticos. Nos basta con que nos gobiernen las multinacionales.
    Y respecto a los del otro lado, los del PP, no son tan tontos, pero también hacen disciplinadamente lo que les mandan los de arriba. Y si no, véase cómo, en el corazón de la crisis de Bankia, se reunió el ministro de Economía con los jefes del Santander, BBVA y La Caixa, para pedirles instrucciones.

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