España: radical e intolerante


Nací, políticamente hablando, durante las últimas legislaturas de Felipe González. Desde entonces, a inicios de los 90, he tenido conocimiento, como todos ustedes, de casos de corrupción que salpicaban a uno y otro partido como Filesa o Roldán (PSOE), Naseiro o Soller (PP) y más recientemente Gürtel, los ERE´s, el caso Campeón, Palma Arena o Palau. Si quieren entretenerse, pueden hacer una comparativa del mapa de corrupción por partido político y su cuota de poder en cada momento y verán cómo es directamente proporcional. La corrupción no es patrimonio de uno u otro partido como nos quieren hacer creer unos y otros según sus intereses. Lo preocupante no es que nos lo vendan así si no que haya quien lo compre. Es patrimonio de las personas y, como dice el refranero, de la ocasión. Por eso no entiendo que aquellos que se indignan con la absolución de Camps, que por otra parte me parece un sinvergüenza, apenas si hablen de los ERE´s en Andalucía. Porque, según todos los indicios, Valencia se ha convertido en una barra libre para la corrupción con el PP igual que Andalucía lo ha hecho con el PSOE.


Tengo claro que prefiero la democracia a la dictadura. Creo, como decía Winston Churchill, “que es el menos malo de los sistemas políticos”. Es por esto que, ateniéndome al siglo XX, me repugna por igual Hitler y Stalin, Castro y Franco, Mao y Pinochet. Tanto da si son fascistas o comunistas, son dictadores. Por eso no entiendo que haya personas que critiquen al Tribunal Supremo, por ejemplo, por ser una institución heredera del franquismo y defiendan al mismo tiempo a Fidel Castro. No entiendo que haya personas que justifiquen o minimicen las atrocidades en Siria o en el Tíbet contraponiéndolas a las cometidas por Estados Unidos. En mi opinión primero debemos luchar por la democracia y los derechos humanos, ya hablaremos después de los colores.

Escribo todo esto porque me preocupa la deriva que está tomando nuestro país. Quizá porque soy un bicho raro hay cosas que no entiendo. Cuando, teóricamente, los valores democráticos, la tolerancia, el pluralismo y la solidaridad parecen valores aceptados en España no es así en la práctica. Tolerancia y solidaridad con los míos, de la pluralidad ni hablamos. Por eso no entiendo que los insultos estén sustituyendo a la crítica. No entiendo que la crítica a uno u otro partido en lugar de un razonamiento sea un “son unos hijos de puta”. No entiendo que haya periodistas y columnistas que disparen sus balas siempre en la misma dirección. Que no critican la corrupción en general si no la del otro partido, que no critican los derroches si no los de aquellos que consideran sus enemigos. Da igual que leas El Mundo o El País, La Razón o Público. Unos y otros cargan sus armas contra quienes representan ideas contrarias a las suyas. Y curiosamente todos llaman sectarios e intolerantes a los otros. Creo que moral y profesionalmente no es aceptable. Recuerdo aquella máxima de formar, informar y entretener referida a los medios de comunicación. La mayor parte de ellos, medios y periodistas, han olvidado estos principios para pasar a ser propagandistas y voceros de unos intereses concretos, en unos casos por ideología y en otros por economía. Porque es más fácil, como sucede con los partidos políticos, hacerte con un grupo de fieles que digan amén a todo lo que tú propones que abrir un debate y hacer pensar a los demás. Y para conseguir esto, cuanto más radicalizada y enfrentada este la sociedad mejor. Es responsabilidad directa de los medios de comunicación y de los partidos políticos. Los que echan leña al fuego de las dos Españas deberían atenerse a las consecuencias cuando esto se escape de las manos. Y antes o después lo va a hacer y se llevarán las mismas a la cabeza.

Creo que la crítica es buena y sana, siempre que se haga razonada y, dentro de lo posible, imparcialmente. Al menos yo así lo intento. Porque he visto, por ejemplo, como participábamos en una guerra contra Irak bajo el gobierno de Felipe González y bajo el gobierno de Jose María Aznar y a uno se le llamaba asesino y al otro no. He visto, por ejemplo, como negociaban con ETA todos los gobiernos de nuestra democracia y a unos se les acusaba de traicionar a España y a los otros no. He visto, por ejemplo, como los sindicatos protestaban por la ampliación del horario lectivo a los profesores en Madrid y lo consentían en Andalucía. He visto, al igual que ustedes, como nuestros políticos, de cualquier partido, sin excepción, incumplían sus promesas. Cómo decían en la oposición lo que criticaban cuando gobernaban y cómo hacían gobernando lo que criticaban cuando estaban en la oposición. No hace falta irse muy lejos, con leer los periódicos de los últimos meses vale. Pongan Rajoy donde antes ponía Rubalcaba y viceversa. Verán como todo cuadra. Es por esto que creo que una democracia madura es aquella en la que cada ciudadano vote a los distintos partidos, unas veces a unos y otras a otros, dependiendo de cómo lo hayan hecho mientras gobernaban o las alternativas que presentan de cara al futuro. En la que se critique por los hechos y no por las siglas. Pero esto no les interesa puesto que limitaría su poder y su influencia y, también decirlo, sus subvenciones. 

Se que esto no es muy normal en España, quizá sea un bicho raro. Para mis amigos de izquierdas siempre he sido un poco “facha” y para mis amigos de derechas siempre he sido un poco “rojo”. Y no porque cambie mis opiniones dependiendo de con quien hable si no porque me niego a aceptar el pensamiento único que dicta que todo lo de los unos es bueno y lo de los otros es malo y viceversa. Muestra de esto es este blog en el que escribimos personas con distintas ideologías y no solo compartimos en un mismo espacio ideas y opiniones si no que las propagamos, aunque no sean las nuestras, porque lo que nos gusta es el debate, no imponer nuestras ideas si no compartirlas y, entre todos, abrir horizontes.
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón
Antonio Machado                                

Comentarios

  1. Antonio Martín López28 de febrero de 2012, 9:46

    Resalto de tu artículo el párrafo que me parece más significativo, aunque el artículo, en su conjunto creo que padece de algunas contradicciones:
    “He visto, al igual que ustedes, como nuestros políticos, de cualquier partido, sin excepción, incumplían sus promesas. Cómo decían en la oposición lo que criticaban cuando gobernaban y cómo hacían gobernando lo que criticaban cuando estaban en la oposición. No hace falta irse muy lejos, con leer los periódicos de los últimos meses vale”.
    Ese párrafo precisamente contradice el título del artículo y gran parte de su contenido. En lo que sí puedo estar de acuerdo es en que las técnicas de manipulación intenten radicalizar a los ciudadanos.
    Lo que es evidente es que los partidos políticos que obtienen más del 5% de respaldo popular se han convertido en el refugio de “profesionales” de la política. El entrecomillado es para destacar el más amplio sentido despectivo posible de esa palabra.
    A mí, lo que me parece bastante evidente es que los poderes fácticos (Gran Banca de Inversión y bastantes multinacionales que controlan la producción de los productos estratégicos: energía, armamento, alimentación, etc.) controlan de forma más o menos directa las cúpulas de los partidos políticos relevantes de nuestras cacareadas democracias. En el fondo les da casi igual que triunfen una opción u otra ya que saben que la macro política que aplicaran no será contraria a sus intereses.
    Los que he llamado “profesionales” de la política sí que practican las técnicas agresivas del “marketing”, tanto sobre los cuadros dirigentes y militantes de su partido como sobre las masas más amplias posibles de seguidores. Esas técnicas implican grandes dosis de radicalización e intolerancia con las opciones de la competencia.
    En las cuestiones microeconómicas y en los temas sociales puede haber bastantes diferencias entre unas opciones políticas y otras, por ello, lo que he denominado “poderes fácticos”, que no siempre y necesariamente actúan de forma monolítica, tienden a favorecer coyunturalmente a determinadas opciones en concreto. En USA y en la UE, en los últimos 30 años, se han decantado claramente por las corrientes políticas denominadas NEOLIBERALES.
    En cualquier caso sería necesario plantear claramente en un “pequeño debate” las diferencias entre las opciones políticas actuales, y MUY NECESARIO y URGENTE embarcarnos en un “gran debate” sobre la conveniencia de abandonar los actuales partidos y crear otros o barrer los “aparatos” de los actuales partidos y refundarlos, asegurando mayores garantías democráticas.
    La utilización de las redes sociales puede ser una vía decisiva para esta última opción.
    Como consejo práctico para los próximos eventos electorales, autonómicas en Andalucía y Asturias, podríamos aplicar la 4ª ley de Ohm: “contra palabras electrizantes (de dirigentes PP, PSOE, etc.) oídos desenchufaos”.

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    1. Lo primero de todo es darte las gracias por tu tiempo. Tiempo leyendo nuestro blog y molestándote en escribir un comentario. No sé si he entendido bien la contradicción que apuntas. Intuyo que quieres decir que nuestros partidos no son radicales puesto que se comportan prácticamente igual. Lo que intento remarcar no es el comportamiento en las políticas de nuestros partidos, esos que llaman con opciones de gobernar, si no del posicionamiento respecto al rival, que en ningún caso debería ser enemigo. Es decir, si ambos partidos tienen tanto de lo que arrepentirse a que viene ese ensañamiento con el otro y nula autocrítica. O sea, lo de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Y con esto no quiero decir que como son iguales no se les critique si no que se les critique por igual.

      Por otra parte está claro que en este mundo global el que se mueve no sale en la foto y los gobiernos han asumido esto. Por eso tienen cada vez menos capacidad de maniobra y gran parte de las políticas vienen marcadas por los “mercados”. La cuestión es si eso es lo único que se puede hacer como nos quieren hacer creer u otro mundo es posible. Yo creo que sí.

      Por último, yo también creo que deberíamos dar opción a otros partidos para que desarrollen sus políticas o al menos para que tengan más capacidad de influencia. Aún así, algo que he intentado apuntar en mi entrada es que no creo tanto en los partidos como en las personas y que si algo bueno o malo sale de ellos es por las personas que los integran y los apoyan.

      Nuevamente gracias por participar.

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    2. Javier, España, Galicia5 de marzo de 2012, 20:03

      Muy de acuerdo con tu comentario, especialmente los 3 últimos párrafos.
      Sobre la radicalización de la que habláis, y como puede entreverse en tu comentario, las actitudes de los partidos políticos están orientadas, casi en su totalidad, al mero posicionamiento; como cualquier otro producto o servicio del mercado que trata de atraer a una masa potencial de consumidores(votantes)
      Desde luego no es casualidad que este hecho se manifieste, mas claramente que nunca, como consecuencia del posmodernismo.
      Es claro que las grandes "firmas" políticas unicamente respondes a sus propios intereses. Mientras solo sean 2 los que monopolicen la emisión de mensajes a través de los grandes medios de comunicacion de masas, tratarán unicamente de que estos contribuyan a perpeturar su posición en el mercado, como cualquier otra marca insisto, y no con la sincera intención de transimitir una información/postura/intención veraz a los ciudadanos.
      Para finalizar, hago un copia y pega de tu comentario:
      "MUY NECESARIO y URGENTE embarcarnos en un “gran debate” sobre la conveniencia de abandonar los actuales partidos y crear otros o barrer los “aparatos” de los actuales partidos y refundarlos, asegurando mayores garantías democráticas.
      La utilización de las redes sociales puede ser una vía decisiva para esta última opción.
      “contra palabras electrizantes (de dirigentes PP, PSOE, etc.) oídos desenchufaos”.

      Gracias a El Apuntador por su análisis y por la oportunidad de comentar aquí

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    3. Efectivamente creo que los partidos solo buscan afianzar su posición entre sus bases y asegurarse así un suelo a costa de denigrar permanentemente al contrario. Como hay gran parte del electorado que en realidad no les cree se aseguran el voto presentando un enemigo común: Si no votas por mi al menos hazlo contra el otro.

      Gracias a ti por leernos y por participar

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  2. Antonio Martín López29 de febrero de 2012, 7:44

    Bueno, quizás no estuve muy acertado en la forma de resaltar la contradicción al utilizar el término RADICAL. Yo entiendo que la radicalización que quieren mostrar nuestros “políticos profesionales”, especialmente los del PP, es mera sobreactuación, que además se ve amplificada por los medios de comunicación. No aprecio que dicha radicalización esté instalada en la ciudadanía de forma generalizada, quizás en pequeño porcentaje, porque todas las generalizaciones son problemáticas.
    Para ilustrar la opinión expresada anteriormente con un ejemplo, te citaré el de la moción de Rosa Díez sobre la ilegalización de Amaiur. Esta señora planteó exactamente la misma cuestión que estuvo planteando el PP antes, e incluso durante la misma campaña electoral del 20N, y la defendía con el mismo radicalismo que ahora se ha trasladado a UPyD (en este tema). Pues a la vista de todos ha estado: UPyD parecía haberse transformado en el PP y el flamante señor Ministro del Interior se comportaba al mejor estilo Rubalcaba pero sin barba. A mi entender, nadie en la calle discutía con crispación sobre ese tema, salvo en algunos posibles ambientes en el País Vasco, no tengo datos suficientes para afirmar ni negar esta apreciación.
    Ha sido un placer leer tus opiniones. Espero participar más activamente en tu blog ahora que conozco su existencia.

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    1. Javier, España, Galicia5 de marzo de 2012, 20:19

      Otro buen ejemplo de simple posicionamiento el de Rosa Diez con Amaiur. Como toda etrategia de marketing tiene sus riesgos, pero no descarto que le reporte cuota de mercado.

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  3. Cierto, liberticidas los hay de todos los colores. Liberticida es Castro, Liberticida es Putin y su pucherazo. Liberticidas son los famosos "mercados" -¿o puede ser libre alguien sujeto a la espada de Damocles de una hipoteca y amenaza constante sobre la cabeza de embargo durante treinta, cuarenta, sesenta años y era firmar "eso" o quedarse sin casa de por vida o pagar un alquiler casi equivalemnte a una hipoteca?-.
    Sin embargo, el problema de la prensa en España es que es mayoritariamente de derechas. Vide licet el editorial del 4 de marzo de "El País", periódico que antes se titulaba "de progreso". Fue una completa regañina a todos, sin distinción, los que quisieran una república en España. El argumento central venía a resumirse en que el yerno del rey se ha corrompido -tendrián que haber esperado a ver que dice el juez, me parece a mí, pero, bueno, allá ellos- mas eso no era motivo para pedir la República... Ni eso ni nada. En España, venía decir ese editorial, ya tenemos toda la democracia que necesitamos. Salvando alguna distancia, se parecía bastante a los editoriales de la prensa del Movimiento durante el Franquismo en los que se señalaba que la democracia orgánica del régimen ya era bastante democracia para España. Y a callar.
    Hoy lo ideal sería más que en cada periódico siguieran una línea plural, que hubiese más pluralidad, más medios de ideas diferentes, opuestas, pero claro, un periódico en papel cuesta un Congo -afortunadamente ya sabemos que no es así en Internet, pero ese futuro aún está escribiéndose- y el dinero es conservador por su propia naturaleza. Con lo cual...
    Desde "El espigador digital", cada viernes, se intenta ofrecer unn comentario sesgado desde la Izquierda pero tratando de mostrar todas las opiniones -neutras, de derechas, de izquierdas aparecidas en la prensa convencional-. Eso también es una buena solución -yo que voy a decr, claro-, pero como todas las buenas opciones es digital. Es decir, que le falta un pico para poder competir aún con las opciones convencionales.
    Ahí queda la dirección http://elespigadordigital.wordpress.com, para los que quieran dar trigo además de predicar.

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    1. Coincido contigo. Acerca de la prensa, ésta, y en ocasiones el propio periodista, tratará la información según convenga a sus intereses, ya sea por posicionamiento en el mercado(de ahí la radicalización de algunos, especialmente de derechas, para hacerse con su nicho de mercado) o por motivos puramente económicos(subvenciones públicas) Si antes de la crisis todavía podías comprar en el kiosko un periódico que no recibiese subvenciones de la Generalitat, a dia de hoy no es posible.
      Igual que tú, opino que lo ideal sería mas pluralidad. Mientras la prensa en España esté dirigida por 4 grandes grupos, si no multinacionales como ya intentan hacerse con la televisión, veo dificil que veamos una pluralidad real.

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  4. Los partidos mayoritarios vienen a ser el reflejo de quien les vota: 'la mayoría'. Vende más (genera más votos), criticar con insidia lo negativo del otro que proponer nuevas ideas y admitir los errores propios. Si en España tuviéramos algo así como 'madurez democrática' los dos partidos que han gobernado los últimos 30 años deberían haber perdido el 50% de sus votos después de su lamentable gestión. Sin embargo lo único que ha pasado es que se han alternado en el poder y han vuelto a gobernar en un plazo razonable. Si en las últimas elecciones hubiera habido un vuelco en votos de los partidos mayoritarios a nuevas opciones, habrían tenido que recapacitar y ofrecer nuevas soluciones. Pero eso no pasó y no pasará porque no vaya a ser que gane el 'otro'.

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