La cruz de la enseñanza pública
Está claro que los gobiernos neoliberales que campean por España tienen una tendencia clara: beneficiar y fomentar lo privado en detrimento de lo público. La educación podría ser una excepción, pero para estos “amantes de la libertad” no lo es. Mientras se reduce la inversión pública se aumenta la inversión dedicada a fomentar la matriculación en la privada. ¿Cómo? Dando subvenciones a colegios, cediendo suelo público para crear escuelas de gestión privada (en su mayoría católicas), integrando empresas en la escuela pública por medio de subcontratas y ofreciendo desgravaciones fiscales a quienes elijan los colegios privados, entre otras prácticas.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, donde lleva gobernando el PP desde 1995, los efectos de esta filosofía privatizadora se ven claramente: hay un total de 3.256 centros educativos, de los cuales 1.605 son públicos y el resto, 1.651 colegios, se reparten entre concertados y privados. Esto supone que el 49,3% de los centros son de titularidad pública frente al 50,7% que cuentan con financiación privada. De hecho, Madrid es la única región española donde hay más oferta educativa privada que pública. Tened en cuenta que la media española de centros públicos por comunidad es el 78,7%.
En los últimos 12 años se han construido en Madrid 1.212 centros nuevos, de los cuales, 842 (70%) son privados. Lo que ha supuesto que, de los 195.000 alumnos nuevos que han empezado a estudiar en estos 12 años, el 65% lo hayan hecho en centros privados.
No quiero entrar en el debate estéril de si son mejores los colegios públicos o los privados. Creo que esto depende de los recursos que se dediquen en cada colegio. Tampoco quiero “entrar al trapo” en el asunto de la libertad de elección, que a priori está garantizada, excepto si quieres llevar a tu hijo a un privado carísimo y no tienes para costearlo. No deja de ser paradójico que los que aluden constantemente a que se debe garantizar la libertad de elección no tengan en cuenta el obstáculo insalvable del precio de ciertos colegios.
La educación es un servicio público fundamental que cumple una función distributiva de la riqueza: hace posible acceder a una educación de calidad independientemente del poder adquisitivo, estatus o procedencia de la familia. Esto debería ser la Biblia de cualquier gobierno a la hora de afrontar la gestión educativa de su país o de su comunidad. El único tipo de educación que cumple o debe cumplir esta máxima es la pública, y creo que todos los esfuerzos deberían estar encaminados a mejorarla y a reforzarla.
Sería lamentable que lleguemos a una situación en la que las clases acomodadas dispongan de una enseñanza de calidad mientras que las clases sociales con menos recursos tengan que ir a unos colegios deficitarios por la progresiva desatención de los poderes públicos.
Por otra parte, los recortes que se están realizando en la educación pública actualmente y en pro de la fiebre actual por reducir gastos son innecesarios y contraproducentes, perjudican la labor y la vida de los docentes, atentando claramente contra la calidad de enseñanza. Tarde o temprano pasarán factura a la sociedad.
Por favor, señores políticos, no toquen la enseñanza. Pueden hacer infinidad de cosas para sacar dinero. Cierren o privaticen sus canales autonómicos de autobombo, dejen de gastarse dinero en la publicidad de su gestión. No necesitamos que nos digan lo bien que lo hacen pagando sus anuncios con nuestro dinero. Administren bien los recursos que tienen y no malgasten, sean honestos y envíen al infierno todo lo que huela a corrupción. Persigan al que defrauda y háganselo pagar caro. Pero, no escatimen en la educación y apuesten por una educación pública cada vez mejor, que a la larga nos jugamos mucho.
Kant dijo: “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.” Un día ese hombre, que ahora va al colegio, liderará una comunidad, o un país, o el mundo y entonces recibiremos los efectos de sus acciones.
Muy bueno.
ResponderEliminarGracias por tu apreciación.
ResponderEliminarNo piensas que un padre que está pagando con su IRPF la educación publica, y además no está haciendo uso de ella, porque está pagando también un colegio privado , deba de tener una mínima deducción fiscal ??
ResponderEliminarAntes de nada, gracias por tu comentario. Si no debatimos, no hay verdadera democracia.
EliminarCreo que los gobiernos no deben escatimar recursos y esfuerzos en mejorar la educación pública, que tiene que ser gratuita y de calidad. Si esto se hiciera, en vez de actuar en detrimento de la misma, la gente no encontraría ventajas en llevar a sus hijos a un colegio privado, en vez de a un público. Si algo se quiere fomentar, no se debe premiar el hacer lo contrario.
Saludos.
La educación es obligatoria hasta una edad y para ello existen escuelas públicas que garantizan los principios democráticos de igualdad, inclusión, coeducación o libertad de credo, sin embargo el ciudadano dispone de la libertad para elegir otro tipo de escuela, por lo que esa opción deberá ser a criterio y responsabilidad, también económica, de la familia.
ResponderEliminarEste ejemplo también puede ser trasladado a otros casos menos evidentes que el de la educación, como puede ser el de la sanidad pública y privada.
Saludos cordiales.
Creo que las administraciones públicas deben fortalecer el sistema educativo puesto que es la mejor herramienta de integración e igualdad de cara al futuro. Pero aún así no veo tan dramático el tema de los conciertos. Al fin y al cabo la administración debe garantizar el acceso gratuito y universal a la educación, al menos en los tramos obligatorios, pero eso no quiere decir que los colegios donde se oferten esas plazas deban ser de titularidad pública. Otro tema sería cuales son las condiciones para concertar un colegio, si estos deberían ser o no laicos o para garantizar ese acceso igualitario estos colegios no deberían obligar a los padres a gastos extras como son uniformes, mochilas, etc... Pero lo importante, como digo, es que se garantice el acceso a una educación gratuita y de calidad.
ResponderEliminar